¿Otro año que se acaba sin probar por fin esas clases de teatro que tanto te llaman?
Llega el final del año y, con él, esa lista de propósitos que parece repetirse como una escena que nunca cambia. Quizá entre ellos esté el de apuntarte a una escuela de teatro, pero siempre hay algo que se interpone: falta de tiempo, vergüenza, inseguridad o la sensación de que ya es demasiado tarde para